Un vino antiguo muy consumido en la Edad Media
El Hipocrás, también denominado Hypocrás o Clarea, es una bebida del Medievo que se consumió hasta bien entrado el siglo XVIII.
Se cree que el orígen del vino fue en un remoto paraje al Sur del Cáucaso, lo que es ahora Turquía, Armenia e Irán. Numerosas excavaciones arqueológicas han datado evidencias que se corresponden con periodos desde el Neolítico hasta mediados de la Edad del Bronce.
En el Antiguo Egipto se consumía más cerveza que vino por el sólo hecho que era un bien muy exclusivo; nobles y sacerdotes eran los afortunados bebedores.
El Hipocrás se asemeja más al vino griego, ya que se le adjudica su invención al médico griego Hipócrates (siglo V a.C.).
Con fines médicos, pronto se convirtió en una bebida muy popular. Vino tinto y blanco, mezcla de especias y miel o azúcar que se calienta al fuego hasta que rompe la ebullición, se aparta, dejamos reposar y colamos con una estameña o paño fino, para que salga lo más libre posible de impurezas.
Originalmente se tomaba caliente para combatir infinidad de males como el reuma y la artritis, también para combatir el gélido invierno.
Ingredientes:
- 500 ml de Vino Blanco.
- 500 ml de Vino Tinto.
- 50 g de Canela.
- 30 g de Clavo.
- 10 g de Jengibre.
- 90 g de Azúcar o Miel.
"Si es un Hipocrás Noble azúcar usarás,en cambio si eres Plebeyo miel podrás".
En la Edad Media el azúcar era un bien de lujo reservado a unos pocos.
Como curiosidad podemos decir que el Hipocrás fue el orígen de nuestra Sangría, del Glühwein (vino caliente de los mercados navideños alemanes), del Glögg (en Sueco, Gløgg en Danés y Noruego, Glögi en Finlandés) vino caliente escandinavo, muy consumido en la fiesta de Santa Lucía (13 de Diciembre) junto con los lussekatter que son panes dulces de azafrán.
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